Enrique de la Cruz (Madrid, 1978), novelista de género negro, Debutó en 2019 con Y una moto negra (libros.com), y en 2021 publicó Los robles, una novela con aroma a clásico escrita bajo las influencias de Hammet y Chandler. Con Una última apuesta (Cosecha Negra ediciones) y N-332, se adentra en una novela más policíaca del amplio género negro.
P.- ¿De qué trata N-332?
Trata de un suceso del pasado que dejó una cuenta sin saldar. Años después, los protagonistas de aquella noche tendrán que enfrentarse a lo que sucedió. A aquello se le suma la mirada omnipresente de un policía empeñado en encontrar la verdad. Es una novela de acción, de persecución. Hay una cadena en la que todos los personajes persiguen algo y son perseguidos a su vez.
P.- La N-332 recorre gran parte de la costa
mediterránea, ¿por qué la has querido ambientar allí, dándole, además,
importancia en el título a una carretera?
Quería escapar de las ambientaciones en las grandes
ciudades, de los bloques altos de viviendas y esta carretera nacional vertebra
una zona que se presta mucho al crimen también.
P.- ¿En qué persona está narrada la historia y por qué?
Hay tres voces distintas en la novela. Está narrada en primera, segunda y tercera persona, dependiendo del personaje en el que se centra la acción. La idea es que el punto de vista de cada personaje quede bien diferenciado para que el lector se centre desde el primer momento en quién tiene protagonismo en cada capítulo.
P.- Al haber tantos puntos de vista en la novela, ¿la
escribiste de forma lineal o primero los puntos de vista de cada personaje?
La escribí de forma lineal, porque me es lo más cómodo
a la hora de trabajar. Me imaginaba en cada momento qué iba a hacer cada
personaje, cuál sería su siguiente paso.
P.- Háblanos de la cubierta de N-332, ¿quién la
diseñó?, ¿estabas entre otros diseños?
Es un diseño original hecho por mí a partir de una foto de un banco gratuito de imágenes. Desde un principio tuve claro que tendría que haber playa y coches, ya que es una novela en la que la persecución es muy importante. El cartel de la nacional llegó con el título, un poco después.
P.- ¿Cómo crees que se encuentra la novela negra en el
panorama editorial?
En mi opinión, es un muy buen momento porque el gran
público lleva un tiempo dirigiendo su mirada hacia allí, lo que hace que el
dinero editorial fluya en esa dirección, y eso atrae muchas voces nuevas y de
muchos estilos que hacen que crezca el género. Creo que el género ha entrado en
una rueda en la que todos salimos beneficiados: público, editoriales y
escritores.
P.- Según tu criterio, ¿qué elementos debería tener una novela negra para ser realmente buena?
La novela negra es un poco como el rock and roll, es un río tan grande y se nutre de tantos afluentes que es difícil saber cuáles son los acordes esenciales para componer una gran novela negra. Yo diría que son imprescindibles unos personajes oprimidos y que, fruto de esa opresión, se vean obligados a tomar decisiones y a actuar de una manera que no sería normal en ellos.
De entre las que yo conozco, por supuesto, destacaría las clásicas Adiós, muñeca, de Raymond Chandler, 1280 almas, de Jim Thompson y Cosecha roja, de Dashiell Hammett.
P.- Háblanos de una novela que te haya gustado mucho
pero que no sea de suspense y que puede que alguien se sorprenda de que hayas
leído.
No sé si es exactamente una novela, pero me encantó Noches azules, de Joan Didion. Me
pareció una historia llena de dolor, sin que la autora incurra en un relato
lastimero y sensiblero. Me pareció un relato muy sincero.
P.- Tienes varios libros publicados, cuéntanos cuál ha
sido tu experiencia con editoriales o agencias literarias durante todo este
trayecto.
Es un trato tan sencillo o complicado como cualquier trato con personas, y eso es mucho decir. Teniendo esto en cuenta, hasta el momento siempre he sentido mucho respeto hacia mi trabajo. De la misma manera, he intentado entender el punto de vista de los demás y tratar su trabajo con respeto. Tanto con libros.com como con Cosecha Negra he sentido que estábamos trabajando con el mismo fin, crear un producto de calidad para el lector.
»Incluso en los rechazos, que también los ha habido, he notado que el respeto era la base de la relación. Lo que no llevo tan bien, aunque lo entiendo, es el silencio ante una propuesta. Si una editorial abre un plazo de recepción de manuscritos, lo propio es que contesten, pero repito que entiendo que las propuestas son muchas cuando se abre un plazo y los recursos muchas veces son muy ajustados.
P.- ¿Podrías recomendarnos una
novela negra?
Recomiendo La cordura del idiota, de Marto Pariente. Es una novela de 2019 que tiene una atmósfera muy especial y una trama muy bien hilada. Es una novela redonda.
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