Irene A. Gorricho (Bilbao, 1991) creció gran parte de su vida en Asturias. Cursó dos años de Periodismo, aunque finalmente ha orientado sus estudios a otro sector relacionado con otra de sus grandes pasiones: los animales. Siempre ha compaginado sus aficiones con sus obligaciones, definiéndose a sí misma como artista creativa en vez de encasillarse. Sus pasiones son: la literatura, los animales, los mundos mágicos y el diseño gráfico. La trilogía épica de El altar de los esclavos fue sus primeros inicios en la fantasía, y Una reina para los elfos, publicada por Valhalla Ediciones, ha sido su último desafío.
P.- Irene, ¿de qué trata tu novela Una reina para los elfos?
Se trata de un retelling de la Cenicienta, aunque más bien podría ser la continuación del “felices para siempre”. Quise darle mi propia versión a un cuento que de niña nunca me gustó. Aquí no existe una malvada madrastra y el hada madrina no es lo que aparenta ser. El príncipe encantador es un rey lleno de defectos y la protagonista va a demostrar a todos que su destino era mucho más que ponerse unos zapatos que encajasen en sus pequeños pies.
»Nemain, nuestra Cenicienta, llega al mundo feérico y ahí es
cuando comienza la historia. No queremos saber nada del mundo humano, de volver
a leer el cuento que conocemos y la escena del baile. Aquí vamos a conocer a
los diferentes clanes élficos, a criaturas peligrosas que atentarán contra su
vida cada pocos capítulos, intrigas en la corte, etc. Todo mezclado con la
mitología celta, una gran dosis de fantasía y el camino de empoderamiento de
una mujer que ni siquiera era capaz de imaginar lo lejos que iba a llegar.
P.- ¿De dónde te viene ese gusto por la fantasía?
Creo que desde niña lo he tenido. Me encantaba
todo lo relacionado con la magia, con las hadas, las cosas imposibles... Yo no
quería ser princesa de cuento, yo quería ser Campanilla y poder volar a Nunca
Jamás. Con los años fue aumentando gracias a novelas que fueron llegando a mis
manos, pero creo que el mayor impacto literario que tuve fueron Harry Potter,
una saga que me enamoró desde el primero, y Crónicas de la torre, de Laura
Gallego.
P.- ¿Cuál es el principal conflicto de Nemain, la
protagonista humana?
A simple vista podría ser que es ser la única
humana presente en el mundo feérico y todos los problemas que eso acarrea, pero
en verdad el gran conflicto y evolución que le he querido dar a Nemain es de
una mujer que no se sentía valorada, que estaba conformada con una vida básica,
a ir por un camino lleno de obstáculos que no ha dejado de sortear hasta
convertirse en la mejor versión de sí misma. El conflicto era encontrar su
propia voz y alzarla.
P.- Háblanos de cómo describes el mundo de los elfos en
tu novela, ¿son malvados, bondadosos o hay una mezcla?
Diferente ja, ja. No he querido coger ningún canon típico y he apostado por una escala de grises. Los elfos en general son más egoístas y narcisistas que el resto de feéricos. Se creen superiores por ser elfos, y dentro de cada clan veremos que hay tanto buenos como malos, pero siempre jugando con esa escala de grises. Nadie es puramente malvada porque sí, tienen sus motivos para ser como son. Eso sí, cuidado con las hadas y sus rostros angelicales. Ellas sí que son traicioneras.
Tenía claros los colores que quería en la portada.
La gama entre el morado oscuro y los lavandas son mis favoritos y creo que
representaban a la perfección ese renacer feminista e independiente que Nemain
experimenta en el libro. Mi otra opción era mezclaros con dorados, para que
Bres tuviese su hueco en la portada, pero la decisión de las enredaderas en
tonos verdosos y demás fue todo obra del ilustrador de Valhalla y creo que hizo
un trabajo precioso.
P.- ¿Recuerdas qué novelas de género fantástico empezaste
a leer que te marcaron?
¡Uy, hice spoiler antes! Como dije, Harry Potter y Crónicas de la torre fueron piezas clave para empezar a volverme loca por este género. Memorias de Idhún también fue uno de los pilares que me animó a seguir adentrándome en este mundo fantástico, y de ahí fue un no parar. En mi estantería actual siempre predomina la fantasía, es un género que no me canso de leer.
P.- ¿Qué tal la promoción de Una reina para los elfos?
Háblanos de ella.
Voy a confesar algo: soy un poco desastre para el tema de RR. SS. Se me dan fatal, de hecho es que ni siquiera me gustan, y creo que eso podría haberme afectado un poco a la hora de organizar la promoción. ¡Aunque prometo que me he esmerado!
»Además de alguna entrada en Instagram y retweet por Twitter, he intentado moverme todo lo que he podido. Firmas en el FNAC de Vigo, en la Librería Cervantes de Oviedo, una charla con Aisling Gilmore en el FNAC de Bilbao... ¡No me puedo quejar! Ha sido toda una experiencia emocionante ver mi libro allí, mi cara en un cartel y poder hablar con la gente que se lo estaba leyendo o que iba a empezar a hacerlo.
»También colaboré con las elfas de @vivelafantasía, una
cuenta de Instagram, para organizar una lectura conjunta con el club de lectura
que tienen, e hice alguna colaboración con instagrammers como Nerea Pantiga, que
también es escritora.
P.- ¿En qué medida te has documentado para la historia
fantástica?
Es una medida abismal ja, ja. El mundo creado está
firmemente inspirado en la mitología celta, más concreto en la irlandesa, y
quería que tuviese las pinceladas más fidedignas posibles. Es cierto que no es
un calco literal de la historia, que he tenido que adaptar cosas para que me
encajasen mejor, pero he intentado documentarme lo mejor posible tanto en los
rituales druidas como en los dioses celtas, en los tipos de criaturas que
existen en dicha mitología y las historias a las que van ligados, etc.
»Tengo un Excell con todo el resumen y unos cuantos archivos
en Word que demuestran todo ese tiempo volviéndome loca para conseguir todo el
material. ¿Lo mejor? Que lo disfruté como una niña, porque a mi la historia
siempre me ha enamorado, y en especial el
tema del folclore y el arte.
P.- ¿Has barajado la posibilidad en algún momento de
mandar tu manuscrito a un agente editorial?
Sí, lo valoré en varias ocasiones y nunca me atreví a hacerlo. Supongo que también se debe al poco conocimiento que tengo sobre ellos y que me gusta mucho ir sobre seguro, investigar primero y luego lanzarme. Es algo que pienso volver a valorar cuando tenga un nuevo manuscrito listo, porque creo que contar con el asesoramiento y respaldo de esa figura podría ser algo muy ventajoso.
P.- ¿Nos podrías recomendar una novela de fantasía
escrita en lengua española?
Los Absolutos: El legado, de las Hermanas
Greenwood. La mezcla que hacen con la fantasía urbana, los cuentos de hadas y
las sociedades secretas con motos y chupas de cuero al más puro estilo SANCRO
me encantó, tengo pensado hacerme pronto con las dos siguientes partes de la
trilogía.
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