Nacido en 1965, Juan Francisco Sánchez es un voraz lector desde su infancia. Con el tiempo y la ayuda de la experiencia adquirida a lo largo de los años , termina convirtiéndose en un gran contador de historias. En su actividad profesional ocupa distintos cargos de responsabilidad, fundamentalmente en el sector de la náutica deportiva. En su labor como comercial de ventas, es finalista al premio Mejor Comercial de España del Año 2015. Hoy, nos presenta su nueva novela El oro de Hitler, la segunda parte de la saga Padre Ramón.
Cuando decidí escribir la segunda novela con el padre
Ramón como protagonista, sabía hacia donde quería dirigirlo, al Vaticano, a la
Santa Alianza para ser exactos. Comencé a documentarme y tropecé con un
capítulo poco conocido. El intento de Hitler de hacerse con la información que
puede proporcionar la Santa Alianza. Unos meses antes de comenzar la Segunda
Guerra Mundial, muere Pío XI, el dictador alemán ve su oportunidad de comprar la
elección de su sucesor y envía tres millones de marcos alemanes para comprar
los votos. Todo resulta ser un engaño de un hábil estafador. Ese oro desaparece
hasta hoy, nadie puede asegurar donde está. Con esta base real, creo una nueva
búsqueda del tesoro, poniendo a mi protagonista tras la pista de ese oro. Se
puede decir que mi novela trata sobre la búsqueda de un tesoro.
P.- Esta novela es la segunda de la saga Padre Ramón.
¿Por qué la has querido titular así? ¿por qué quisiste que el protagonista
fuese un cura?
El protagonista parece un simple curita joven y recién
ordenado, a partir de la segunda novela ya no es tan “simple”. Ahora se ha
convertido en un agente de la Santa Alianza, para muchos el mejor servicio secreto
del mundo. ¿Se puede encontrar un protagonista mejor que una mezcla de cura con
James Bond y algo de Hércules Poirot? Creo que no, ese es mi protagonista.
P.- ¿Cómo ha sido el proceso de documentación?
No ha sido fácil. La iglesia suele ser poco transparente
en situaciones normales, cuando tocas la Santa Alianza es un muro difícil de
franquear, sin embargo están documentadas muchas situaciones y hechos en los
que ha intervenido. Durante muchos siglos ha sido un protagonista invisible en
casi todos los escenarios históricos, y aunque no es frecuente, hay
historiadores que cuentan el papel de la Iglesia en cada caso. A parte de eso,
visité la isla de Murano en Venecia y tuve la fortuna de conocer bien un gran
taller de estos artesanos, donde me explicaron todo el proceso para producir el
famoso cristal de Murano.
P.- ¿Hasta qué punto te has basado en hechos reales?, ¿qué
nos puedes contar de este momento de la historia que muchos desconocen?
Básicamente, todo lo que sucede en 1939 es real, mientras que todo lo que sucede en 1964 es ficción. Hitler tenía un diabólico plan en mente, la invasión de sus vecinos, lo puso en marcha pocos meses después, durante aquel mismo año. Su deseo de dominar el servicio de espionaje del Vaticano le hizo caer en una trampa. No quiso escuchar a sus consejeros que desconfiaban de aquel plan, necesitaba tener el control de la Santa Alianza, por otra parte, nunca imaginó que alguien se atreviese a intentar engañarle, mucho menos robarle tal cantidad de oro. Sin embargo lo hicieron y, supongo que por vergüenza, intentaron tapar aquella maniobra a los ojos de todo el mundo. A la Iglesia tampoco le convenía que se conociera el intento de comprar los votos para la elección del nuevo Papa de Roma. Es un sistema que consideran infalible e inviolable. Encierran a los cardenales, los incomunican del mundo hasta que la fumata blanca anuncia la elección final. No podía conocerse aquel intento por parte de Hitler, aquella posibilidad. Lo ocultaron, como tantas otras cosas.
P.- Por curiosidad, ¿cómo se comportó la Iglesia durante la
II Guerra Mundial?, ¿cuál fue su papel?
A pesar de no ser el “elegido” por Hitler, el papa
resultó no ser un enemigo directo suyo. Había sido Nuncio en Baviera, conocía
el idioma y a la población alemana. Aún hoy se pone en cuestión su
comportamiento durante el conflicto. Se le critica por ser demasiado blando con
el régimen alemán. No fue una de las mejores épocas para la Santa Sede.
P.- ¿Has escrito la historia de manera lineal o has optado por escribir escenas separadas y luego las has unido?
Siempre escribo de forma lineal. Me gusta avanzar con la
historia. No me veo capaz de escribir el ultimo capitulo si no he desarrollado
el resto del libro. Admiro a quien es capaz de hacerlo, yo escribo como leo,
simplemente.
P.- Has publicado con Kmaleon Books, ¿qué tal ha sido la
experiencia?
Excelente. Kmleon Books es una gran familia. Te exige
para que tu obra cumpla con una calidad sobresaliente y eso ayuda al autor a
crecer y mejorar. Ha sido una experiencia que volveré a repetir siempre que
pueda.
P.- ¿Qué momento de la historia te gusta más y por qué?,
¿sobre qué periodo histórico te parecería un reto escribir?
Cada momento tiene su atractivo, para mí es difícil
elegir uno antes que otro. Me gusta el principio del siglo XX, la Edad Media también es muy atractiva para un autor. No sabría decirte una época
concreta.
P.- ¿Qué cambiarías del sector editorial que te gustaría que
sucediera en el 2023?
La distribución y el marketing. Los canales de
distribución tradicionales están ocupados por las grandes editoriales, es
difícil llegar a todos los públicos, comenzar a escribir y conseguir que te
vean es prácticamente imposible para alguien que empieza. Por fortuna, disfrutamos de algún escaparate al que todos los lectores pueden acceder y
tienen la opción de elegir una novela como la mía, teniendo al lado el último best seller cocinado por una gran editorial. Y entonces es cuando tropezamos
con el marketing. Nosotros luchamos y agradecemos cada comentario o reseña que
nos hacen, por ejemplo. Alcanzar un número respetable cuesta mucho tiempo para
un pequeño autor. Una gran editorial lanza una novela a bombo y platillo, y a
los pocos minutos ya tiene cientos de reseñas y opiniones sospechosamente positivas que los algoritmos de las redes consiguen subir como la espuma a las
obras escogidas por las grandes corporaciones editoriales. Es la pescadilla
que se muerde la cola. Al lector que entre en ese escaparate en el que están
todos los libros, le ofrecen insistentemente los libros que las grandes
quieren. Un pequeño autor es una gota de agua en el océano. Conseguir un poco
de visibilidad es algo realmente difícil.
P.- ¿Qué novela histórica o negra te ha gustado más de las que has leído en el 2022?, ¿y cuál tienes pendiente leer este 2023 que nos podrías recomendar? (solo si puede ser, que sean ambos autores españoles, si no, no pasa nada).