Daniel Jiménez (Madrid, 1981) es licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Madrid. Ha escrito reportajes y entrevistas en la revista Tiempo, críticas literarias en Zenda Libros y artículos para VICE España, El País de las Tentaciones y la Esfera de Papel. Es autor de las novelas Cocaína (Galaxia Gutenberg, 2016, II Premio Dos Passos a la primera novela) y Las dos muertes de Ray Loriga (Galaxia Gutenberg, 2019), así como del libro de relatos La vida privada de los héroes (Galaxia Gutenberg, 2020). Con El plagio, Daniel Jiménez ha obtenido el XXVII Premio Literario Café Bretón & Bodegas Olarra (fuente: Pepitas de Calabaza).
P.- ¿De qué trata El plagio, Daniel?
El plagio es un libro que denuncia una injusticia, la que
sufrió mi padre por parte de tres directivos de una cadena pública que le
robaron la idea que él había ideado para un programa de televisión y luego se
marcharon a una cadena privada. Además de contar las consecuencias que tuvo en
mi familia esa traición, también he querido hablar del tránsito de ser hijo a
ser padre; de lo que hemos heredado de nuestros padres y de lo que vamos a
legar a nuestros hijos; del respeto y el perdón; de la resistencia; de la
dignidad y el valor de nuestra experiencia; de lo importante que es el dinero
cuando te falta; y de la memoria como motor de la escritura.
P.- ¿Cómo se le ocurrió a tu padre crear un programa
televisivo?, ¿por qué creyó que tendría relevancia, que se le escucharía?
A finales de los
P.- En el libro das datos que pueden llevar a pensar que te
refieres a El gran Juego de la Oca. Durante los años de emisión, ¿pudisteis ver
algún programa?
Me he limitado a exponer los hechos, solo que he omitido
algunos nombres. A partir de ahí, el lector es quien establece las conexiones
que faltan.
P.- Los tres ladrones que estafaron a tu padre, ¿siguen en
activo?, ¿son nombres conocidos para el que no sea de este sector?
Son personas importantes en el sector y todavía ocupan
cargos de relevancia.
P.- ¿Crees que en el sector audiovisual hay más casos de
ideas robadas?
Me consta que hay muchas personas a quienes les ha pasado
algo muy parecido, solo que no guardan toda la documentación que atesora mi
padre.
P.- Tu libro no es una novela, todo lo que cuentas es real.
Muy duro, pero real. ¿Por qué os ha costado tanto pasar página?, ¿lo habéis
conseguido?
A raíz del plagio nuestra vida empeoró, a nivel económico
pero también emocional. Mi padre perdió la confianza en los demás, todos lo
hicimos de algún modo, sobre todo cuando descubrimos que el abogado que había
llevado el caso fue sobornado por la parte contraria. Por el camino mis padres
fueron desahuciados dos veces y ahora sobreviven con la pensión mínima a pesar
de haber estado toda la vida trabajando. Pero lo peor fue, y sigue siendo, la
muerte de mi hermana. Cuesta mucho reponerse de tantas desgracias, pero lo
intentamos a diario.
P.- Tu padre ha escrito su versión de los hechos, pero dando
nombres y apellidos. ¿Lo va a publicar también?
Ahora mismo se está asesorando para saber si publicar el
libro con todos los nombres de los implicados le puede traer más problemas que
satisfacciones.
P.- ¿En qué medida el libro ha supuesto para ti una
catarsis?
Siento que todo lo que he escrito antes de El plagio,
incluso todo lo que he hecho antes de escribirlo, era un entrenamiento para
llegar hasta aquí. Por eso tras la catarsis también ha llegado la parálisis, y
ahora ando buscando una nueva motivación.
P.- Gracias a este libro, has ganado el XXVII Premio
Literario Bodegas Olarra & Café Bretón. Pero ¿cuál es la meta?, ¿qué te
gustaría conseguir con El plagio?
Casi todo lo que pretendía ya lo he conseguido. Pero lo más
importante, que se haga justicia real y no solo literaria, sigue pendiente.
P.- ¿Qué habéis aprendido con todo este proceso?
Podría decir muchas cosas, o quizás no tantas, pero creo que
más que nada hemos aprendido a resistir.
P.- ¿Qué tipo de novelas te gusta leer, Daniel?, ¿hay alguna
novela que te haya recordado a vuestro caso?
Desde hace un tiempo estoy leyendo libros de no ficción,
porque suelo buscar referentes dentro del género que estoy escribiendo en ese
momento. También he leído muchas historias biográficas sobre padres e hijos.
Pero ahora he vuelto a leer ficción a secas porque lo próximo que escriba también
lo será.
P.- Vamos a cambiar de registro para no quedarnos con mal
sabor de boca, ¿qué novela nos recomendarías que fuese amable y bella, apta
para los momentos duros?
Los relatos de Lucía Berlín. Son historias duras y no creo
que sean amables, pero desde luego son bellas, literaria y existencialmente.
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