Cuando estalla la guerra en un país, tendemos a informarnos más de esa determinada región, ya sea por documentales, ensayos o novelas. Ucrania ha llegado a nosotros como una explosión emocional que va para largo (por desgracia). Más allá de pararme a analizar los aspectos geopolíticos, os he traído una selección de novelas ambientadas en Ucrania para que conozcáis un poquito más al país que es actualidad. ¡Mucho ánimo!
POBLACIÓN: KIEV
NOVELÓN RUSO
No podía faltar Bulgakov, el autor de El maestro y Margarita, nació en Kiev, y renunció al servicio militar para dedicarse a la creación literaria. Esta novela, escrita en 1925, posteriormente dramatizada con el título de La huida, fue criticada por el retrato favorable que hizo de un grupo de oficiales antibolcheviques durante la guerra civil, y por la falta de un héroe comunista. De hecho, por satirizar las costumbres soviéticas, no se le permitió publicar hasta 1929. La guardia blanca presenta tintes autobiográficos de caracter documental. Fue concebida como parte de una trilogía inacabada que ponía sobre la mesa la violencia de la revolución y la guerra, y que fue prohibida por el régimen estalinista.
Aquí os dejo la sinopsis. Entroncado en la gran tradición narrativa rusa y heredero natural de Gógol, Bulgákov narra la trágica disgregación de la familia Turbín en la guerra civil. Los hermanos Turbín, intelectuales monárquicos de Kiev, asisten incrédulos a las consecuencias de la caída del zar. En uno de los inviernos más crudos del conflicto, iniciado con una revolución que aborrecen, y bajo la despiadada ocupación alemana, Alexéi, Elena y Nikolái tratan de sublimar su desesperación creando un fresco épico.
UBICACIÓN: CERCA DEL RÍO SAN
RELATO CORTO
La historia se ambienta en el río San, en Ucrania occidental. Nace en los montes Cárpatos y en su recorrido, de más de cuatrocientos kilómetros, recorre varias ciudades importantes.
En este caso, la historia se ambienta en Kreshev, una villa, en su mayoría poblada por judíos antes del Holocausto. Cuando la leí, me recordó a Horror en Dunwich, de Lovecraft.
En Kreshev, un pacífico y diminuto shtetl situado a orillas del río San, en Ucrania, y bordeado por espesos bosques, la vida transcurrió siempre sin grandes sobresaltos. Sus habitantes, bajo la pesada carga de sus humildes oficios, «carecían de fuerzas e inclinación para cometer grandes pecados». Pero la llegada a ese remoto lugar de un rico negociante en maderas, al que acompañan su esposa enferma y su jovencísima hija, desencadenará, ante la mirada atónita del lector, una cadena de insólitos acontecimientos, guiados implacablemente por la mano de Satanás (cuya voz escuchamos de la primera a la última línea del libro). Tentación y pecado, fe y superstición, fantasía y realidad, inocencia y perversión, arrepentimiento y castigo se entremezclan en un crescendo imparable que conduce hasta un trágico final.
CIUDAD: KIEV
FICCIÓN BIOGRÁFICA
Juan Martínez es un bailaor flamenco nacido en Burgos. Viaja al este de Europa, en el contexto de la revolución de 1917, después de haber triunfado en los cabarets de media Europa. Junto con su compañera Sole, terminan en Rusia, en el marco de revolución de febrero. No pueden salir del país, y en San Petersburgo, Moscú y Kiev sufren el castigo de la Revolución de Octubre y la sangrienta guerra civil que le siguió.
Es una novela que relata los avatares a los que se ven sometidos sus protagonistas y cómo se las ingeniaron para sobrevivir. Por sus páginas desfilan artistas de la farándula, pródigos duques rusos, espías alemanes, chequistas asesinos y especuladores de distinta calaña.
POBLACIÓN: CRIMEA
DELIRANTE DISTOPÍA
La cubierta es muy atrayente, la verdad. Ojalá tuviera ahora tanto color Crimea. El escritor ruso Aksiónov escribió Isla Crimea en 1979, aunque fue censurada. Cuenta la historia alternativa de Crimea, y la representa como el último reducto del Ejército Blanco, un estado independiente contra el resto de la URSS, donde han triunfado las ideas de Stalin. Más tarde, en 1980, Aksiónov emigró a los EE. UU. porque ya no era ciudadano soviético.
Sesenta años después de la Revolución de Octubre, frente a la poderosa y mastodóntica Unión Soviética se yergue burlona esta pequeña isla, su Taiwán particular, entregada al capitalismo más glamuroso y atestada de rascacielos, pero incapaz de decidir sobre su propio futuro: ¿constituirse en nación independiente o regresar a los duros brazos de la madre patria? Y solo el hábitat de Isla Crimea podría haber creado un personaje como el ilustre Lúchnikov, un playboy adinerado, redactor jefe del influyente Courier (el rotativo más importante de la región) y principal valedor de la idea de la reunificación rusa: el Destino Común. La persecución de este ideal lo llevará a internarse en un laberinto de conspiraciones y agencias de espionaje y a emprender un viaje sin retorno en el que quedarán evidenciados los absurdos de dos sistemas antagónicos (el capitalismo extremo y el comunismo) pero igualmente fallidos, para precipitarse a un apocalíptico y premonitorio final.
POBLACIÓN: DIKANKA
BELLA HISTORIA POPULAR
Gogol no podía faltar en esta lista. Pasó su vida en Ucrania hasta los diecinueve años. Así que escribió mucho sobre la vida campesina. No es el único relato que tiene de Dikanka. La población no contaba con más de ocho mil habitantes en 2015. Esta historia corta de 120 páginas te cautivará.
Noche antes de Navidad en la idílica aldea ucraniana de Dikanka. La kutiá y el vodka ya están en la mesa, y los jóvenes van de puerta en puerta cantando las koliadki. Todo está listo para la Nochebuena, pero el diablo hará de las suyas…Decide robar la luna, dejando así la aldea a oscuras. Las estrellas iluminarán una historia de amor que comienza. Gógol vuelve a mostrarnos su capacidad e ingenio para deleitarnos con una bella historia popular que, en realidad, es una radiografía de las clases sociales en la Rusia zarista, a la vez que critica la superstición y calibra la moralidad de los altos estamentos y de las jerarquías eclesiásticas.
No sé lo que tienen las cubiertas de Alba pero me encantan. Sí, trata sobre Chernobyl. El escritor irlandés McKeon tenía siete años cuando ocurrió el desastre en la central nuclear. Esta es su primera novela.
Abril de 1986. En un bloque de pisos en Moscú un niño prodigio toca el piano. Al mismo tiempo, en la Ucrania soviética y a quince kilómetros de la central nuclear de Chernóbil, Artiom, un joven campesino, se despierta temprano para ir de caza con su padre. Nada más salir al aire libre, ve que el cielo está rojo y que las vacas están sangrando por las orejas. En Moscú, María, periodista y antigua disidente, ha acabado trabajando en una fábrica. Su exmarido Grigori, un destacado cirujano, es uno de los primeros voluntarios que viajan a la zona del desastre. Darragh McKeon escribió Todo lo que es sólido se disuelve en el aire durante diez años pero al leerla la sensación es de frescura, de vitalidad. Cuesta interrumpir su lectura. Una historia de amor y de heroísmo sobre el drama histórico de Chernóbil. Una gran y sorprendente novela sobre el fin de un imperio.
Vamos a hacer una excepción y a poner aquí un cómic. Tiene muy buenas críticas, y por eso os lo he querido poner en la lista.
Igort pone de relieve algunos de los episodios más oscuros del régimen de la antigua Unión Soviética y de la Rusia de nuestros días en este brillante ejercicio de reportaje gráfico.
Tras varios años visitando Ucrania, Rusia y Siberia para recabar las versiones de los supervivientes y testigos del régimen soviético, Igort sintió la necesidad de iluminar dos épocas de la historia reciente -la hambruna en Ucrania de principios del siglo pasado y el asesinato de la periodista y activista rusa Anna Politkóvskaya en 2006-, a través de un reportaje gráfico de profunda humanidad.
Testigo e intérprete de los hechos, Igort alcanza en Cuadernos ucranianos y rusos una altura inusitada en el género del reportaje gráfico. Y con su elegancia y honestidad habituales, pone de relieve algunos de los episodios más oscuros del régimen de la antigua Unión Soviética y de la Rusia de nuestros días.
POBLACIÓN: KIEV
NOVELA HISTÓRICA
Como os he dicho antes, Gogol no podía faltar en esta lista, y son varios los libros que tiene que tratan Ucrania. En este caso, Tarás Bulba se presenta como una novela histórica con tintes románticos que transcurre en el siglo XVI. Tarás Bulba es un cosaco zaporogo. Él, junto con sus hijos, viajan a Ucrania para combatir contra los polacos.
Esta es la sinopsis de la obra más larga que escribió Gogol (esta edición cuenta con 200 páginas). Feroces, crueles, valientes y apasionados, los cosacos hacen temblar la estepa bajo los cascos de sus caballos. Y entre ellos se encuentra Tarás Bulba, un anciano lleno aún de fuerza e inteligencia que junto a sus hijos, Ostap y Andrí, avanzará por tierras polacas con intención de vengar su fe ortodoxa burlada por los católicos. Ninguna guarnición, ciudad amurallada o iglesia podrán detenerlos, hasta que la desgracia se cierna sobre ellos y el apuesto y enamoradizo Andrí haga que su padre maldiga el día en que lo engendró. Tarás Bulba, una anomalía entre la obra más conocida de Gogol, es una aventura trepidante, una sinfonía en perpetuo crescendo, en la que cada capítulo es más intenso y sorprendente que el anterior; un fresco tan afinadamente dibujado y tan vívido que resulta absolutamente intemporal.
Por cierto, si queréis investigar más sobre represiones, guerras y desastres de Europa del este, os recomiendo leer a la escritora Svetlana Alexievich (Premio Nobel de Literatura, 2015): Voces de Chernóbil o El fin del «Homo sovieticus».