Marisol Pérez estudió Filología Hispánica en la Universidad Autónoma de Madrid, ha sido profesora de Lengua y Literatura durante 38 años, los últimos años en el IES José Hierro de Getafe. Se acaba de prejubilar. En febrero de 2019 publicó Dinos dónde estás y vamos a buscarte (Indicios), basado en sus difíciles experiencias familiares en los atentados del 11-M, y de fuerte tono reivindicativo. En junio de 2021 se ha publicado Nina (Valhalla Ediciones), novela intimista, realista social, que trenza sucesos del presente y de la Transición, junto a una leve trama negra.
NINA empieza la noche de Halloween de 2018, cuando la protagonista, Sofía, se
topa con una niña que va pidiendo dulces de puerta en puerta y que es la viva
imagen de su difunta melliza, Nina. Han pasado casi cuarenta años desde su
muerte, pero el parecido le resulta tan impactante, que se lanza a remover
fotos y papeles viejos para comprobarlo. Y a preguntarse si será una casualidad
o un guiño del destino.
»En ese afán, descubrirá los diarios de Nina. Y volverá a vivir con ella algunos de los sucesos más duros de la Transición. Sin embargo, lo que recuerda de entonces choca con la perspectiva de su hermana. Y le sorprende descubrir, además, ciertos secretos que Nina le había ocultado. Para Sofía será una dura experiencia conocer y asimilar las circunstancias con las que tuvieron que enfrentarse tres generaciones de mujeres de su familia. Tanto, que el pasado llegará a cambiar su presente.
P.- Todo empieza una noche de Halloween, ¿por qué elegiste esa
fecha?, ¿qué relevancia tiene?
Detrás
de las celebraciones festivas de Halloween están viejos ritos para pensar en la
muerte y conmemorar a los muertos. Quise atrapar al lector con un suceso
llamativo y, a la vez, cargado de
simbolismos. Por otra parte, me parecía que en esa fecha era más verosímil que
Sofía sintiese la presencia de Nina y de los otros difuntos de su familia. Desde
entonces, Sofía se dirige a su hermana en segunda persona, en un diálogo que
comenzó esa noche y que perdura como punto de vista narrativo durante toda la
novela.
P.- ¿En qué
periodo de la Historia de España se ancla Nina?
La novela parte del 31
de octubre de 2018 y acaba en el otoño de 2019, pero salta de continuo hacia el
pasado. En concreto, desde octubre de 1976 hasta septiembre de 1978.
P.- ¿Por
qué has querido hablar sobre ese tema en concreto?
Elegí los años 76-78 (que coinciden con los dos primeros gobiernos de Suárez), porque son fundamentales en la Transición. Fue entonces cuando se acometieron los cambios para transformar la dictadura en una democracia. Y no era fácil vencer la resistencia de los franquistas. La Ley de la Reforma Política del 76, por ejemplo, inició los usos democráticos legalizando partidos de derecha e izquierda. Pero el Partido Comunista tuvo que legalizarse meses después, y en Semana Santa, para no provocar demasiada reacción. También en el 77 se celebraron las primeras elecciones democráticas desde la guerra civil. Y se pactó la Ley de Amnistía. La Historia los proclama años de sangre y fuego. Además de una fortísima represión policial y la violencia terrorista de ETA y GRAPO, la sociedad sufría continuos ataques de la extrema derecha. La matanza de los abogados de Atocha fue la acción de ultraderecha más sonada para romper el proceso democratizador, pero hubo otras muchas agresiones y víctimas. Enero de 1977 resultó especialmente duro en ese sentido.
»Mis
personajes viven estos hechos desde la simplicidad de una vida normal y corriente, que, de pronto, se ve afectada por
la Historia con mayúsculas. Es una novela histórica, sí, pero he huido de
párrafos con datos históricos adheridos. Es pura narrativa, sin explicaciones, simplemente
con esa ambientación. Al estilo de Galdós en Los Episodios Nacionales (salvando las distancias, claro).
P.- Nina
quedó finalista en el II Certamen de novela Martín Fierro de Denuncia Social.
Háblanos de este certamen y qué te aportó en tu faceta como escritora.
Es un certamen de Distrito93, una editorial independiente que se nutre de los manuscritos de los que nos presentamos a su concurso para la temática social, y de otro de similares características, para la novela negra. Para mí supuso un espaldarazo que me hizo confiar más en mí misma como narradora. Porque enseñar los textos de los grandes maestros me ha llevado siempre a compararme con ellos y a sentirme una nimiedad a su lado. Saber Literatura es el mejor antídoto contra la vanidad ;)
P.- La
cubierta es muy bonita. Cuéntanos cómo se gestó y si era justo lo que estabas
buscando.
Es
de Francesc
Gómez Guillamón y con él tuve una experiencia fantástica
elaborando la portada. No es que yo la eligiera al 100 %, ni se me ocurrió,
porque tengo poca mano para eso. Lo que hice fue elaborar una página de
Pinterest con muchas portadas que me gustaban, así se podía hacer una idea en
cuanto a paleta de colores, tamaño y ubicación de títulos. También le compartí
imágenes que me parecían sugerentes y adecuadas para mi texto.
Con
todo ese material elaboró varias propuestas y me quedé enamorada de la que
finalmente tiene NINA.
P.- Has
publicado con Valhalla Ediciones, ¿qué tal la experiencia?
Todo lo he llevado con Francesc. Ha sido mi editor, profesional pero también
muy amable. Me explicó el proceso y lo hicimos juntos, paso a paso. NINA salió
en junio, todavía en pandemia, y no pude hacer presentaciones, pero la preventa
fue bien y la llegada a las librerías también. Además, la editorial es muy
activa promocionándola en redes sociales. Estoy pendiente de hacer algo presencial.
De momento hay listas de espera en donde quiero, pero llegará.
P.- Tu
primera incursión de una publicación en solitario fue Dinos dónde estás y
vamos a buscarte (Urano, 2019), con el trasfondo del 11-M. ¿Qué supuso esa
publicación para ti quince años más tarde del atentado?, ¿hasta qué punto la
escritura es curativa?
Dinos dónde estás y vamos a buscarte es el
título y el SMS que mi marido envió al móvil de Rodrigo la mañana de aquel
jueves maldito, cuando no lo encontrábamos. Es también nuestra experiencia de
quince años de duelo por la muerte de nuestro hijo. No se trata de una novela.
Es un ensayo que mezcla textos de dos bitácoras: una dedicada a Rodrigo, en
segunda persona, echándole en falta, con temática intimista. Y otra, en
tercera, reivindicativa, señalando la manipulación de la verdad y el uso
espurio de las víctimas del terrorismo como arma política.
»Para
mí, como madre y como escritora, ha sido una liberación. Durante años había
estado escribiendo en esos blogs, pero llegaban
a muy pocos lectores. Con el libro pude ir más lejos. La escritura fue (es y
sigue siendo) para mí muy terapéutica.
P.- Treinta y ocho años dedicada a la enseñanza de Lengua y Literatura,
¿cómo se incentiva la lectura entre los jóvenes?
Los
alumnos llegan al instituto con los hábitos lectores de la Primaria, quiero
agradecer la ingente tarea de los maestros en ese ámbito. En Secundaria también
pretendemos acercarnos a sus gustos y ayudarles a evolucionar como lectores y
hablantes. Normalmente, hacemos listas de títulos para que puedan elegir. Y
visitas a la biblioteca para que escojan los que más les apetezcan. Pero lo que
mejor me funciona a mí es leer con ellos, las sesiones de lectura en voz alta.
Tanto de libros juveniles como de clásicos. En estos últimos, normalmente ya en
Bachillerato, la cercanía y ayuda del profesor me parecen imprescindibles. Los
estudiantes no deberían leer solos sintiendo que no entienden. Mis alumnos y yo
hemos tenido maravillosas sesiones leyendo juntos.
P.- ¿Qué escritor
de los libros de texto consideras que está sobrevalorado?
Camilo
José Cela. Nobel, sí, pero solo me parecen buenas sus novelas de los años 40 y
50.
P.- En YouTube tienes un canal sobre Sintaxis. ¿Por qué quisiste
abrir ese canal? ¿Por qué suele ser una de las asignaturas más complicadas
hasta para los alumnos de Filología?
Lo
hice precisamente por ayudar a mis alumnos y compañeros. Son vídeos breves, de
un máximo de quince minutos, donde se puede estudiar de forma metódica toda la sintaxis, o solventar alguna duda concreta. Lo han usado durante la pandemia
tanto profes, como alumnos y padres. Espero que sigan haciéndolo todos los que
lo necesiten, incluidos los lectores de tu blog.
P.- ¿Podrías
recomendarnos una novela que te haya removido por dentro más de la cuenta,
escrita en lengua hispana?
Para
una profesora de Literatura esa es una pregunta dificilísima, porque son muchas
y no todas en lengua española. En la infancia me impresionó Mujercitas porque hablaba de realidades
y no de fantasías para niños y porque la protagonista era una chica que quería
escribir, como yo. En la adolescencia aluciné con El señor de los anillos. Me atrapó su magia y su épica. Tanto que
no dormía suficiente por leerlo. Y luego, Cien
años de soledad, por contar tantas historias en una y porque también me
quitó el sueño hasta que conseguí acabarla. Después, en la universidad,
descubrí que había clásicos increíbles como El
Quijote, La Celestina o La Regenta, (no puedo citarlos todos),
que aunaban la profundidad temática con la perfección técnica.
»No
hay género que no me guste, desde Asimov a Hammett o a Delibes, que es mi
maestro, pero tengo una especial predilección por Carmen Martín Gaite. No solo por
magnífica escritora de narrativa y ensayo, sino por ser salmantina, como yo.
Sus textos resuenan en mi oído con las frases de mi abuela o de mi madre, de
las mujeres de mi familia, y me hacen sentir en casa.