Si Liza Minelly y Joel Grey hubieran sabido el origen de la palabra dólar, probablemente su Money Money Money habría sonado diferente. Es curioso saber que dólar viene de un topónimo, concretamente de Joachimsthal 'valle de Joaquín', un lugar de Bohemia (República Checa). Aquí, antiguamente, había plata con la que se acuñaban monedas, a las que se les llamó Joachimsthaler. No obstante, al ser una palabra tan larga, se empleó la abreviatura thaler o taler en alemán, y tálero o dálero en español (de hecho, en la actualidad tolar es la moneda eslovena, ¿casualidades del lenguaje?). Bien, ¿empezáis a ver la relación con la palabra dólar?
Estas monedas se acuñaron cuando los reyes de España fueron señores de Bohemia. Además, Antonio Nebrija incorporó dólar al diccionario en 1492. Tiempo después, Carlos I y Felipe II ordenaron acuñar, para España y América, una moneda de plata de una características muy parecidas al thaler. A esta moneda se la conoció con varios nombres: real de a ocho, peso de ocho, peso fuerte, peso duro o dólar español, y estuvo en circulación en América, Europa y Asia, sobre todo en la segunda mitad del siglo XVIII. Puede considerarse como la primera divisa internacional.
Sigamos relacionando conceptos. Ya sabemos que España estuvo implicada en el nacimiento de los thaler o táleros, esto derivo en la creación del dólar español y en el dólar estadounidense. En la Guerra de la Independencia de Estados Unidos, se imprimió un papel moneda donde aparecía la palabra dollar, y que era el equivalente del dólar español, en el que ponía:
Páguese al portador [tantos] dólares españoles o su valor correspondiente en oro o en plata.
Este papel moneda comenzó a circular en 1775. Así pues, la primera unidad monetaria de los Estados Unidos fue el dólar español. En 1792, la Casa de la Moneda estadounidense comenzó a acuñar el dólar americano. Sin embargo, los dos tipos de monedas estuvieron en circulación hasta 1857, ya que la moneda española pesaba más y su plata era de mejor calidad.
SÍMBOLO DEL DÓLAR AMERICANO
Y como no podía ser de otra manera, el símbolo del dólar americano (y de otras monedas como los pesos mejicanos o cubanos) procede de la moneda de plata llamada real de a ocho. En el siglo XVIII, en esta moneda aparecían las columnas de Hércules flanqueando dos globos terráqueos superpuestos parcialmente bajo una corona real. Las columnas estaban ceñidas por sendas bandas en las que podía leer la leyenda «Plus Ultra». La banda de la leyenda se representaba con el sigo «S», y las columnas eran las dos barras que se superponían.
Bien, ya sabéis de qué hablar en vuestra próxima quedada de amigos. El dólar tiene un origen hispánico bastante potente, no cabe duda. El rastro que dejan las palabras es incuestionable. De Joachimsthal hasta dólar hay un camino largo que llega hasta nuestros días. La lengua está en constante transformación y no entiende de fronteras territoriales.
-Fuente: Francisco Moreno Fernández (2015), La maravillosa historia del español, Instituto Cervantes.
Me parece tan pero tan maravilloso conocer el origen de las palabras...
ResponderEliminarY bastante curioso además. Hay algunas palabras con un significado tan desvirtuado en su origen con respecto a lo que signifca hoy en día, que nos asombraríamos.
EliminarUn saludo, María Angélica.