Como un espejo de feria o un truco de magia, nada es lo que parece. Las cosas cambian a nuestro alrededor y, de pronto, un día, nos muestran su verdadera identidad. En ocasiones nos quedamos con la boca abierta, pero otras, pese a ser conscientes de su realidad, las seguimos denominando por su falsa apariencia. ¿Por qué? Solo los hablantes tienen la respuesta. Aquí os presento cuatro palabras que ocultan un significado que jamás hubiéramos imaginado.
Fotografama de El increíble hombre menguante, 1957. |
Así de pequeño se quedó. Seguro que nos viene a la cabeza múltiples películas de individuos que, por amor a la ciencia, encogen y empequeñecen. ¿Qué le dirías si lo tuvieras al lado? Eh, tío, se ve te menguado. Sí, menguado lo puedes encontrar en el participio del verbo menguar, pero como adjetivo, el significado cambia de manera considerable.
(Del part. de menguar).
Vamos, que si alguien dice que eres un menguado y no has encogido, te está llamado tonto a la cara. Si no conoces su verdadero significado, el "piropo" vendrá sin pena ni gloria. Pero tranquilo, seguro que el que lo suelta, tampoco es conocedor de lo que realmente esconde esta palabra.
Mansalva
¿Os suena la palabra en la frase recibió guantazos a mansalva? Y traducimos mansalva como "en abundancia". Bien, vamos al diccionario y ¡sorpresa!, leemos:
mansalva.
(De mano y salva).
Caray, pero ese no es el significado, lo empleamos cuando se refiere a algo de gran cantidad, e inclusive con un punto de bastedad, ya sean golpes, ya sea la lluvia. Lo cierto, es que comenzó significando sin ningún peligro, sobre seguro. El diccionario de María Moliner añade: Refiriéndose a la manera de atacar a alguien, de palabra o de obra, con seguridad, sin exponerse.
Con el sentido de 'en abundancia', se ha ido extendido con el paso del tiempo, y ello ha quedado reflejado, según apunta la Fundéu, en: Vox, Clave, Petit Larousse, Diccionario del español actual, de Seco, Andrés y Ramos… Lo curioso es que muchos de ellos no recogen la acepción 'sin ningún peligro, sobre seguro'.
Resumimos: pese a que la actual edición del DRAE no lo recoge, a mansalva tiene dos acepciones. Está bien conocer ambas, aunque sigamos utilizando la que nos dé la gana.
Prístino
Precioso. Es un adjetivo de una claridad y una limpieza que apabullan. Pero qué lago tan prístino. Buf, es una palabra demasiado petulante y apta para poemas y lindezas amatorias. Sin embargo, su significado se encuentra muy alejado de lo que usted cree, amigo. Según el DRAE:
(Del lat. pristĭnus).
1. adj. Antiguo, primero, primitivo, original.
Es decir, si estás con tu pareja y decides soltarle algo así como Me reflejo en tu mirada prístina, ve a casa corriendo y busca en el diccionario. Puede que hasta él o ella no se haya percatado de tu metedura de pata.
Plausible
Esta es otra palabra que empleamos mal, sobre todo cuando decimos: es un hecho plausible que hoy hace calor, como sinónimo de un hecho que con toda probabilidad está ocurriendo. Pero la verdad es que significa que algo es merecedor de aplauso, entre otras cosas. Veamos:
(Del lat. plausibĭlis).
Prestad atención a vuestro alrededor, en la radio, la prensa o la televisión, seguro que dicen alguna de estas cuatro palabras con el significado que todos conocemos. No obstante, ocultan un secreto al alcance de todos y al corriente de muy pocos.
Venga, seguro que conocéis algún ejemplo más, ¿alguien nos ilumina?
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Lo que las palabras esconden... Interesante entrada para revisar estas palabras que usamos prácticamente con significado "popular" más que con su significado original, que acaba siendo desplazado. Recuerdo el caso de varias palabras que hace siglos significaban lo contrario a su uso actual, como "jamás", que significaba 'siempre', o "bravo", que adquirió el sentido de 'valiente' frente a su origen como 'cruel'.
ResponderEliminarLa historia de las palabras es un tema que me apasiona, creo que de lo mejor que aprendí en historia de la lengua.
Gracias por compartir :)
Un saludo,
Luis J. del Castillo
Realmente genial la nota!!! Espero por mas palabras. Saludos!
ResponderEliminarHace poco leí un artículo que trataba sobre el uso que se le suele dar a la locución preposicional "a expensas de". Tanto en la prensa como en las conversaciones cotidianas se utiliza en el sentido de "a la espera de". Por el contrario, el DRAE no recoge esta acepción, siendo el verdadero significado "a cargo de" o "a cuenta de" tal y como se muestra en el siguiente ejemplo: "El viaje fue a expensas de la empresa".
ResponderEliminarMi sorpresa ha sido encontrarlo en el Diccionario de expresiones y locuciones del español de Juan Antonio Martínez con la acepción errónea con el fin de ilustrar la definición de la frase "estar (algo/alguien) en el aire". En este enlace se puede leer la página donde aparece:
https://books.google.es/books?id=ISOkaIFXJmMC&pg=PA18&lpg=PA18&dq=estar+a+expensas+de+alguien&source=bl&ots=WkXbeQjDS9&sig=b5BtKBZ5i0dJeClSm73MV-XIhYE&hl=es&sa=X&ved=0CFsQ6AEwCGoVChMItuPC1fHdxgIVprxyCh1OEwfG#v=onepage&q=estar%20a%20expensas%20de%20alguien&f=false
Quizás algun día los académicos se planteer incluir "a la espera de" como seguda acepción.
¡Saludos amiga!