Orson Welles nació en 1915, y este pasado 6 de mayo se ha celebrado el centenario de su nacimiento. Seguro que ya os habéis dado cuenta de que algo raro pasaba durante estos días. Las noticias sobre este personaje norteamericano han proliferado en los medios de comunicación, y en la biblioteca de vuestro barrio seguro que habéis visto películas en el mostrador de entrada.
Welles ha vuelto en el 2015. Y no, no lo ha hecho para quedarse, aunque sí para que el resto de los mortales hagamos un repaso de lo que significó su carrera. Actor, director, guionista y productor de cine, ya se sabe, había que hacer de todo en el sector. ¿Sus películas míticas? Ciudadano Kane, Campanadas a media noche o Casino Royal (esta última como actor).
Welles ha vuelto en el 2015. Y no, no lo ha hecho para quedarse, aunque sí para que el resto de los mortales hagamos un repaso de lo que significó su carrera. Actor, director, guionista y productor de cine, ya se sabe, había que hacer de todo en el sector. ¿Sus películas míticas? Ciudadano Kane, Campanadas a media noche o Casino Royal (esta última como actor).
Pero en La boca del libro queremos repasar qué vinculación tuvo Orson con la literatura. ¿La tuvo? ¡Por supuesto! Fue un seguidor de las obras de Shakesperare, y adaptó al cine novelas de gran importancia en la historia de la literatura. Gracias a su madre, de joven recibió clases de música, literatura o dibujo, y ello le hizo apreciar ciertas manifestaciones artísticas de una manera distinta.
H. G Wells. No confundamos apellidos, este se refiere al escritor conocido por sus novelas La máquina del tiempo, El hombre invisible o La guerra de los mundos. En el año 1938, Orson decidió representar esta última en versión radiofónica, en la cadena CBS. Es del todo conocido que este hecho marcó a los oyentes de la ciudad de New Jersey, que entraron en pánico al escuchar que su localidad estaba siendo atacada por los alienígenas. Esta intervención amplió el éxito de Welles, y su nombre se dejó oír en los estudios de Hollywood.
Charlote Brönte. Una de las hermanas Brönte también se pasea por su carrera. Welles obtuvo un papel en la película Alma rebelde, rodada en 1944 por el director Robert Stevenson. Esta fue una adaptación de la novela gótica Jane Eyre, de Charlote Brönte, donde la señorita Eyre es contratada por Edward Rochester para trabajar como institutriz de una niña en Thornfield House. La aislada y sombría mansión, así como la inicial frialdad del dueño de la casa ponen a prueba la fortaleza de la joven. Como nota curiosa, el escritor Aldous Huxley formó parte dentro del elenco de guionistas de la película.
Fuente: Diariodeavisos.com. Orson Welles, en la mítica emisión radiofónica (CBS)
de ‘La guerra de los mundos’ (novela de ciencia ficción de H.G.Wells),
el 30 de octubre de 1938.
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Charlote Brönte. Una de las hermanas Brönte también se pasea por su carrera. Welles obtuvo un papel en la película Alma rebelde, rodada en 1944 por el director Robert Stevenson. Esta fue una adaptación de la novela gótica Jane Eyre, de Charlote Brönte, donde la señorita Eyre es contratada por Edward Rochester para trabajar como institutriz de una niña en Thornfield House. La aislada y sombría mansión, así como la inicial frialdad del dueño de la casa ponen a prueba la fortaleza de la joven. Como nota curiosa, el escritor Aldous Huxley formó parte dentro del elenco de guionistas de la película.
William Shakespeare. Welles realizó una trilogía de las obras del dramaturgo. Se acercó a su obra gracias a que se interesó por el mundo del teatro desde niño. En los años 30, emigró a Irlanda cuando tenía ocho años, donde trabajó en el Gate Theatre. Posteriormente, apareció en numerosas producciones basadas en las obras de Shakespeare, y debutó en Broadway con la representación Romeo y Julieta. Más tarde, vendría el éxito en otras adaptaciones en la trilogía que realizó: Mactebth (1948), obra que supuso un gran fracaso comercial, Otelo (1952), con la que ganó en el festival de Cannes, y Campanadas a medianoche (1966). Esta última la realizó de regreso a Europa.
La dama de Shanghái (1947) |
Sherwood King. Quizá no os suene, pero si os digo que fue el escritor de la conocida novela La dama de Shanghái, ya os iréis haciendo una idea. La película, de género negro, la adaptó en 1948 y se rodó con Rita Hayworth, la que fuera su esposa y con la que, en ese momento, estaba en proceso de divorcio.
Miguel de Cervantes. En 1955 quiso llevar una versión del Quijote a la gran pantalla, pero la dejó inconclusa por falta de presupuesto. Años más tarde, en 1992, fue restaurada y estrenada después de la muerte de Welles. Jesús Franco fue el encargado de realizar el montaje con parte de las imágenes originales; a la película la llamó Don Quijote de Orson Welles y fue presentada en el Festival de Cannes.
Herman Melville. En 1956 apareció en la película de Moby Dick encarnando a uno de los protagonistas. Los exteriores fueron rodados en Gran Canaria y en la isla de Madeira. No obstante, la película guarda, a su vez, relación con otras obras literarias. Por ejemplo, la goleta que se usó para el rodaje ya la emplearon en la grabación de Hispanola, la adaptación que Walt Disney rodó de la novela La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson. Por otra parte, el escritor y guionista Ray Bradbury tuvo que leerse nueve veces la novela para elaborar el guion final: terminé aplastado por una profunda depresión. (...) Sentí el peso, podría decirse que la carga, de Melville sobre mis espaldas. En los años 70 dirigió un corto de Moby Dick.
Frank Kafka. En 1962 rodó El Proceso, novela que Frankz Kafka escribió en 1925. La película fue galardonada con el Premio de los Críticos en 1964 a la mejor película. Charles Chaplin se dirigió a esta película como la cumbre del arte cinematográfico.
Frank Kafka. En 1962 rodó El Proceso, novela que Frankz Kafka escribió en 1925. La película fue galardonada con el Premio de los Críticos en 1964 a la mejor película. Charles Chaplin se dirigió a esta película como la cumbre del arte cinematográfico.
Como veis, Welles siempre estuvo muy vinculado a la literatura. La supo plasmar en el cine y dejar constancia de su acercamiento a la cultura. No obstante, a menudo saldrá esa disputa de si las películas desmerecen al libro. Lo importante es que Welles las dejó en celuloide. Quizá sea una buena ocasión para verlas de nuevo y opinar.
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Es un artículo muy completo.
ResponderEliminarUna de las películas que más me gusta de él (no recuerdo si es director, pero sí recuerdo que actúa en ella) es "El tercer hombre", que también tiene relación con la literatura.
Gracias por el comentario, Guillermo. La del "Tercer hombre" la tengo pendiente desde hace mucho tiempo. Gracias por el aporte ;)
EliminarYa que hablamos de cine y literatura al socaire del genio de Kenosha, Wisconsin, es decir Welles, podríamos señalar que la brillante -para mí enriquece su soporte literario muy mucho- adaptación fílmica de "El Tercer Hombre" (inolvidable la escena de la misteriosa Alida Valli, pasando de largo sin hacer caso de Josep Cotten, en la avenida del cementerio de Viena, al final del film, es una obra británica, de Carol Reed (sin embargo Welles dirigió algunas escenas), sobre una novela del católico Graham Greene.
ResponderEliminarEn todo caso, su primera película en Hollywood, antes de Kane, debería haber sido "Heart of Darkness", la adaptación de la novela larga/ o cuento corto (uno de los mejores que he leido, junto con "Las nieves del Kilimanjaro" de E. Hemingway), del polaco Joseph Conrad- Hay fotos de la pre-producción con un joven Welles, barbado, y una maqueta del buque que remonta el río Congo, a la búsqueda de Kurtz. Sin embargo, Welles en la película hacía referencia al contexto de 1944-45, con alusiones a Hitler, más que comentar las barbaridades coloniales que los belgas hacían en Centroáfrica, en el Congo, patrimonio personal del rey Leopoldo. Welles pensaba rodar "Heart of Darkness" en cámara subjetiva, sin que se le viera el rostro, al modo de cómo Montgomery rueda "La dama del lago", el clásico del cine negro estadounidense, y si ustedes se dan cuenta, anunciando al reportero de "Ciudadano Kane", el que hace en la película la investigación sobre la vida de Kane, y el significado de "Rosebud", al que nunca podemos ver bien el rostro.
Dos notas bibliográficas sobre "Heart of Darkness" y el cine: un artículo excelente de Pablo Iglesias Turrión sobre la novela de Conrad y su adaptación por Coppola, y luego el libro colectivo que se hizo tras la exposición en Barcelona sobre "El Corazón de las tinieblas", que contiene el guión de Welles de la versión radiofónica sobre la novela de Conrad.
Gracias por el comentario. Cuando vea "El tercer hombre", me fijaré de los detalles. Por lo demás, te agradezco que hayas sido tan extenso en tu aporte, todo el que quiera saber más del tema, seguro que lo agradecerá ;)
EliminarUn saludo.
Excelentes datos. Qué gusto conocer este espacio-tiempo. Saludos.
ResponderEliminarGracias, André. Un saludo ;)
EliminarBien, buenas tardes. Saludos.
ResponderEliminara) Si estamos hablando de Welles, cabe señalar que nos encontramos ante un creador extraordinario en todos los ámbitos: circense, radiofónico, fílmico, teatral, ...y literario.
De hecho, hay un apartado menos conocido del de Kenosha: Welles escritor. Es autor de diversas publicaciones; quizás la más conocida sea la novela-hermana de su película "Mister Arkadin/ Confidential Report" (película que, entiendo, requiere una urgente revalorización. En ella está el mejor Welles, el que a mi modo de ver, dinamita el tema central del film, lo diluye y deja vagar al espectador, fascinado por la re-creación del absurdo, que pasa a ser el que ocupa ese hueco vacío del tema central) , que él rodó con su esposa Paola Mori. Si hay tres personas en el mundo a las que a ciegas confiaría una revisión de una tesis doctoral, una es Orson Welles, otra, Javier Nart y una tercera, mi primo hermano, que es dramaturgo y director de cine. La tengo muy lejana en el tiempo, pero es de inexcusable revisión.
b) Hay un Welles que sufre, experimenta, padece, goza de su enamoramiento de toda la vida con la obra de la escritora -creo que es danesa- Isak Dinesen. Ya sabeís, Isak Dinesen es Karen Blixen, el personaje que encarna Meryl Streep y al que ama el cazador Robert Redford en la película del gran Sidney Pollack "Memorias de África". Welles llegó a rodar con su amiga, Jeanne Moureau, "Una historia inmortal"( basada en un relato de K. Blixen/I.Dinesn) que yo llegué a ver en TVE, por los años 70, con 12,13 o 14 años. Película que es un mediometraje, ambientada en el puerto chino de Macao. Es más, entre 1978 y 1985, Welles volvió a su querida Isak Dinesen, y trató infructuosamente de conseguir dinero para rodar una historia en dos partes (también sobre textos de la autora danesa), sobre una cantante de ópera (Pellegrina, a la que encarnaba su última pareja, la yugoeslava Oja Kodar), "The Dreamers", de la que completó varias pruebas y algunas escenas que suman unos 20 minutos, una historia con muchos narradores en una intrincada estructura de cajas chinas propia de Welles, de historias dentro de la historia.
c). Entre 1967 y 1969, en la costa dálmata, en Hvar, Yugoeslavia, rodó gran parte de un film, "The Deep", basado en la novela de Charles Williams, "Dead Calm", de nuevo con su amiga Jeanne Moureau, con ese gran actor que era Laurence Harvey, etc. La mayor parte de la película fue filmada y montada, pero quedan huecos debido a la muerte de Harvey en 1973.
d) "El Corazón de las Tinieblas", de J. Conrad, o "The snows of Kilimanjaro" son novelas cortas, o cuentos largos. Anónimo se precipitó al escribir -se nota- exacerbado en su pasión por Welles.
Bibliografía sobre las relaciones entre Welles y la literatura: existe el libro de Esteve Riambau, editado por "Dirigido por....", algún trabajo en " Cuadernos de la Filmoteca" de Valencia ( Sobre todo cuando se intentó la restauración del "Don Quijote"), y por último, el número del mes de mayo de 2015 de "Caimán. Cuadernos de cine", con el monográfico "100 años de Orson Welles".
En particular me quedo con esa maravilla de adaptación de Sherwood King. "La dama de Shanghai" es una joya, al nivel de lo mejor que puedan hacer hoy en día Jim Jarmush, Wim Wenders o M.A. Antonioni.
Saludos para los blogueros. ¡ Wellesianos de todos los países, uníos¡.
"Anónimo wellesiano".
Buenas tardes, soy "Anónimo" otra vez.
ResponderEliminarQuerría matizar un punto de lo que dije hace días en este magnífico blog, con el permiso de su creadora, y añadir una apreciación a la réplica de "Anónimo wellesiano".
La fecha de la producción de "El corazón de las tinieblas" para la RKO, la primera película de Welles en Hollywood, es 1939. Welles en esa película revolucionaria, pensaba efectivamente trasladar la narración de Conrad al presente, para subrayar un mensaje anti-nazi. Ahora bien, ese presente era 1939-40, no los años que yo indiqué en mi intervención en el blog, la semana pasada. Efectivamente, él debía interpretar al marinero Marlow (Martin Sheen, el capitán Willard en "Apocalypse Now", la versión cinematográfica de Coppola de la novela de Conrad), identificando al narrador con el objetivo de la cámara, y sin entrar nunca en el campo visual (sólo escucharíamos a Welles, interpretando a Marlow), a veces percibiríamos su sombra o sus manos al encender un cigarrillo, pero nada más.
Por otra parte, el propio Welles interpretaría también a Kurtz.
En segundo lugar, si el blog trata sobre cine y literatura, estoy en deuda con otro comentario.
La segunda película rodada de Welles en Hollywood, "The Magnificent Ambersons" ("Los magníficos Ambersons", "La magnificencia de los Ambersons", aquí llamada "El cuarto mandamiento") tiene también otra base literaria notable. Tiene música de Bernard Herrmann, el compositor de la banda sonora de "Kane", y os prometo, que cuando empiezo a verla, al minuto de empezar la película, al oir la voz del narrador -Welles- y la música de Herrmann, se me pone un nudo en la garganta, de tal manera que tengo que parar el video, tranquilizarme,y esperar 10 minutos, Pues ya sabeis que la película está basada en la novela homónima de Booth Tarkington, amigo personal del padre de Orson Welles (en España existía una edición de esta novela en Libros G.P., de Editorial Plaza y janés). Eso es lo que creo recordar. La película tiene una potencia lírica arrolladora que te deja para el arrastre cuando la ves, es un retrato un tanto marchito de un mundo destronado y venido a menos, en el que los fuertes contrastes entre sombras y luces nos hablan de un universo y una época superficialmente reprimidos y olvidados, y de los que la película quiere transmitirnos al menos su voz.
Por cierto, y en respuesta a "Anónimo wellesiano", el soporte literario de "La dama de Shanghai", es la novela "Si muero antes de despertar" de Sherwood King (En Internet, en Iber-libro, la conseguí facilmente en castellano).
Gracias a María Bravo, por su amabilidad, por su tolerancia, por haber revivido a Welles, y gracias a todos vosotros.
Welles for ever¡
Pues te voy a decir una cosa, ojalá hubiera más anónimos que completaran los artículos como tú, impresionada me he quedado ;) No, este no es un blog expreso de cine y literatura, aunque no quita para que haga alguna mención. Sin embargo, dentro de poco voy a pasar todo el contenido a una web y necesitaré colaboradores para otras secciones de cultura que abriré, como cine o arte, por ejemplo. Si te animas, que se nota que entiendes de cine -mucho más que una servidora-, puedes escribirme a mb.sancha@gmail.com :)
EliminarSaludos. Si la mejor adaptación literaria de Welles es “Los magníficos Ambersons” (“El cuarto mandamiento), ¿no?, por todo…, por pintarnos todo ese mundo desaparecido con la industrialización, bajo una luz grisácea, entre decorados barrocos y a través de un sincero espíritu romántico, donde los hallazgos de sus obras anteriores -el proyecto de “Heart of Darkness” y “Citizen Kane”- tienen aquí su continuación, o parafraseando a Jordi Batle en su legendaria crítica en 1987 a la película en “El País”, su sublimación en una narrativa fluida aunque arrolladora, cada escena, cada fotograma crean un mundo propio y tienen una ética propia, no le anda a la zaga su adaptación “Sed de Mal” de una novela de Whit Masterson -perdón si no lo he escrito bien-, que aquí se publicó en España, en una colección de novela negra, por el 84, 85, yo tendría 24, 25 años; a mi modo de entender, “Sed de mal” de Welles atesora las mejores cualidades de su autor: su concepto de la literatura y el cine como una creación barroca tanto a nivel temático como narrativo, en el que la densidad de los contenidos tiene no sólo su justa correspondencia, sino también su definitiva representación, en una práctica discursiva alambicada que le confiere todo su sentido; como consecuencia inmediata de lo anterior, su capacidad para experimentar en un mismo texto o película con distintos tonos narrativos y distintos recursos literarios, sin que el resultado final parezca desigual o contradictorio, sino por el contrario extraordinariamente coherente y armonioso.
ResponderEliminarSaludos a todos los blogueros, y a María Bravo.
Welles for ever ¡¡¡.
Buenas tardes, estoy de acuerdo en gran parte con lo que decís, pero no debe ser un desdoro para la genialidad de Welles señalar que actúa -muchas veces- como esponja. Capta, aprehende y aprende cosas que ve, que ha visto, que ha leído. Bueno, al fin y al cabo, el genial Bertold Brecht hacía lo mismo. Con mucho, la mejor película del de Kenosha (Wisconsin), y su mejor adaptación literaria -tema del blog de María Bravo,cine y literatura- es "La dama de Shanghai". ¿No os daís cuenta que la magnífica escena del acuario con la tórrida escena de amor entre el marinero Michael O'Hara- el propio Welles- y Elsa Bannister, con sus sombras recortándose sobre las luminosas peceras del fondo, no hace sino reproducir la escena del acuario de Nápoles con el capitán de la marina mercante, Ulises Ferragut besándose con Freya, la espía de los Imperios centrales, que tan bien describe Blasco Ibáñez en su segunda novela de la trilogía sobre la I Guerra Mundial, "Mare Nostrum". El director Rex Ingram, al que el propio Erich Von Stroheim califica como uno de los mejores cineastas de la historia, la recrea en la adaptación que hizo de la novela de Blasco al cine, "Our sea, Mare Nostrum (Metro Goldwyn Mayer, 1926).
EliminarWelles, individuo de una cultura sin límites, conocía esos límites.
Saludos a María Bravo. ¡Ojalá apruebes esas oposiciones en que estás metida, y te veamos de funcionaria¡.
Saludos de un blasquista (fanático), pero también wellesiano.
Perdón, me equivoqué. Quería decir "Welles, individuo de una cultura sin límites, conocía bien esas referencias (literarias y fílmicas) (me refería al cine de Ingram o a las novelas de Blasco Ibáñez).
EliminarEl fanático blasquista.