Ocurre que cuando un hablante de español habla, rápidamente sabemos en líneas generales, de qué zona geográfica procede. Si es de la península o de América Latina, frecuentemente lo reconocemos por su forma de pronunciación. Por ejemplo, la /s/ en el seseo o la /y/ en el yeísmo suelen ser los fenómenos más destacados para determinar ciertos aspectos fonéticos y saber de dónde es una persona. De esta misma forma, al escuchar: “escucha mi alma” ˃ /e'kucha mi arma/, sabemos que el hablante pertenece al sur peninsular; y al escuchar “es que no me escuchas” ˃ /ejke no me eskuchas/ sabemos que el hablante es del centro peninsular.
La pregunta es, ¿por qué la /s/ se convierte en /j/? es que ˃ /ej ke/
Voy a intentar explicarlo sin que suene demasiado confuso. La conversión de /s/ a /j/ se produce porque la /s/ se aspira tanto que tiene a desaparecer, pero antes de caer en ello, se agarra a la consonante que tiene más a mano, en este caso la /k/. Al agarrarla, descubre que la /k/ pertenece al grupo de consonantes velares y automáticamente se convierte en una velar, en este caso, pasa a /j/.
¿Qué es una consonante velar? Primero remitiré el significado de la RAE: “Consonante velar. Dicho de un sonido cuya articulación se caracteriza por la aproximación o contacto del dorso de la lengua y el velo del paladar”. Los sonidos que se articular con la lengua se dividen en seis tipos según dónde ésta apoye. Estos son: 1) bilabial (mapa), 2) labiodental (fea), 3) dental (todo), 4) alveolar (sus), 5) palatal (chao) y 6) velar (caja). Las velares están constituidas por cuatro consonantes: k: kasa, g: gato, j: jamón, ñ: ñoño. Si las pronunciamos, nos daremos cuenta de que nuestra lengua adopta una forma convexa hacia arriba.
Recapitulando, la consonante /s/ se asimila, al debilitarse, a la del mismo tipo de la consonante siguiente. Este ejemplo ocurre muchas veces en la Lengua, como por ejemplo, en el grupo consonántico mp: campo, rampa. La /m/ y la /p/ son dos consonantes del mismo tipo (bilabiales), por eso casi siempre /m/ va antes de /p/, porque a nosotros nos cuesta menos pronunciarla.
Como curiosidad, al político José Bono se le reconoce por su peculiar forma de hablar. Una de sus características lingüísticas es cuando convierte (o asimila) las consonantes que no son velares a velares por su cercanía dentro de la palabra. Y es que, si nos damos cuenta, la aspiración consonántica es un fenómeno que está avanzando desde las regiones andaluzas y sureñas a partes más centrales de la península española.
Espero que mi explicación no haya supuesto una confusión mayor. Con esta entrada también quería dejar ver que todas las formas de habla son válidas, que ninguna está por debajo de la otra y que todas suelen tener una razón en el porqué de su pronunciación.
Pues yo siempre he creído que la forma "ej que" deriva de una imitación burlesca del "eh que" (es que) de los andaluces, canarios y sudamericanos, pero dado que en castellano no existe ese sonido de h aspirada, se la intenta remedar con la jota de toda la vida. Seguramente algún imbécil empezó a usar esa burla, y al principio fue imitado por otros burlones, pero luego muchas otras personas lo imitaron como algo novedoso, sin caer en la cuenta de la burla.
ResponderEliminarEn fin, es mi teoría. :-)
Jesús, gracias por pasarte por el blog.
ResponderEliminarEn cuestión de hipótesis lingüísticas, ninguna está demás porque sirven para esclarecer otros puntos importantes. No conocía esa teoría, quizá tengas razón en lo que expones. Por otro lado, yo creo que en castellano sí existe la h aspirada en el habla coloquial y dialectal, sobre todo en el español de andalucía. Te dejo un enlace que he encontrado por la red: http://wvw.nacion.com/ln_ee/2008/enero/27/aldea1400048.html Pero, por supuesto, este también es un tema a debatir :)
Aún así, te agradezco tu teoría sobre la imitación burlesca del "eh que".
Un saludo afectuoso.
María Bravo
A veces me inquieta pensar que estas formas o giros en el lenguaje son lo que hace a una lengua, cualquier lengua, evolucionar como un ser vivo, adaptándose a los cambios para sobrevivir, y lo que ahora suena bajo, inculto ó vulgar, se convierte mañana en lenguaje habitual, correcto y con su correspondiente entrada en la Gramática y en el diccionario de la RAE.
ResponderEliminarUn beso.
Guardabosques
Hola Guardabosques
ResponderEliminarEs cierto lo que dices. A mí me resulta entretenido pensar así, por ejemplo, pensar que Cervantes, Quevedo o Calderón fueron leístas me parece gracioso. Siempre han dicho que la lengua (como la sociedad) está en constante crisis, pero yo creo que está en constante evolución. Por ejemplo, yo no creo que el lenguaje de los móviles sea un retroceso, creo que es una vía más de tipos del lenguaje y como tal hay que saber manejarla y usarla en los contextos adecuados. Uy, creo que este tema sería digno de un debate de horas y horas.
Por cierto, que dices de la RAE, creo que le faltan muchas entradas necesarias, pero bueno, ese también sería otro debate.
¡¡Gracias por leerme!!
Un abrazo afectuoso ;)
Lo que no entiendo es por qué la gente lo atribuye a Madrid cuando no viene de dicha provincia sino de Castilla La Mancha 😓
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