Quería leer algo de Stephen King, y encontré este libro de un grosor que no era normal; vamos, que no tenía grosor. Tiene 190 páginas de la Editorial Plaza Janés año 2000. La trama trata sobre una niña de nueve años que se pierde en un bosque cuando va a hacer pis mientras su madre y su hermano la esperan discutiendo en el coche en un día de ocio para los tres. Trisha McFarland consigue su propósito, pero en el camino de vuelta al coche, se pierde y comienza a caminar hasta que se da cuenta de que se ha perdido. Al principio puede alimentar a su cuerpo con lo que encuentra en su mochila: chocolatinas, patatas, zumo, etc. Pero claramente, pronto entra en un estado calamitoso de hambre y se da cuenta de que tiene que comer helechos, bayas y otros frutos de la naturaleza hostil.
Sí, con una niña que se pierde en el bosque hay muchos elementos donde se puede sacar terror: oscuridad, soledad, viento, animales salvajes, hambre, desesperación, etc. Pero creo que no es el miedo al que King tiene acostumbrados a sus lectores. En la sinopsis de las tapas se puede leer: “es un cuento de hadas macabro...”. Bueno, si lees esa frase, piensas que todos estos elementos ocurren a la décima potencia, pero en verdad no es así. No hay hadas, eso está claro, y lo macabro se muestra en dosis. Por lo que, sostengo que no es un libro de miedo, sino de empatía con una niña de nueve años que se pierde en el bosque, que vomita, que llora, que patalea, que habla con su jugador de beisbol preferido, Tom Gordon, que se despierta en la oscuridad por el ruido de un castañeo producido por sus propios dientes, por su superación, por su instinto.
He leído opiniones negativas sobre este libro, pero a mí me ha tenido enganchada hasta el final, quería saber si se salvaba, si encontraba algún rastro de civilización o, por el contrario, se dejaba sucumbir a los seres del bosque, esos seres inhumanos que ve, de los que huye y con los que, en ocasiones, puede hablar.
Pero, vuelvo a lo mismo. No he leído nada de Stephen King, y valoro lo que he leído, no su bagaje literario con relación a este libro. Por lo que recomiendo este libro si, como yo, te apetece cambiar a un registro más suave dentro del miedo "stepheniano".
La angustia que pasé leyendo este libro, sólo puede compararse con Cementerio de animales. Una similitud de parajes tenebrosos y siniestros, que te encogen el espíritu, hasta que se resuelve la trama. Podría decirse, que nunca me lo pasé tan bien, sufriendo tanto. Uno de los libros que más me enganchó Stephen King, fueron Tommyknockers y otro titulado Rita Hayworth y la rendición de Shawshank, que fue llevada al cine con el título de Cadena perpetua, ¿ Te suena ?. Un saludo.
ResponderEliminarl'hel-lènic. Yo más que angustia era un continuo... "esta niña morirá, ¿qué será lo próximo que pase en un lugar donde, aparentemente, no pasa nada? La verdad que de Stephen King no me sé muchos títulos, por eso empezé con este tan cortito (comparado con los suyos), pero la película de 'Cadena perpetua' sí me suena, pero no la he visto. Lo tendré en cuenta en mi siguiente visita a la biblioteca.
ResponderEliminarPor cierto, me alegra que alguien se haya leído este libro. Gracias por el comentario :)